Nos hemos cansado de fingir que somos inanimados. Llevamos
mucho tiempo esperando que nos tomen en cuenta. Somos desvalorados, sólo nos utilizan,
pareciera que somos esclavos en masa, desechables, temporales. Estamos al borde
de la acumulación, la crisis económica está a la vuelta de la esquina, ¿lo
pueden sentir? Seremos entregados, mal vendidos, tirados. Es lo que pasa con lo
que no se valora. Alguno de ustedes respóndame lo siguiente: ¿Somos libres? ¿Creen
que debemos seguir haciendo lo que hemos hecho hasta ahora, dejarnos manejar? Ha
llegado el momento de darles un buen susto, uno que no olviden.
Nunca habíamos visto a esta gente
entrar y ya no salir de la casa en tanto tiempo, quedándose en nuestro espacio.
Este territorio nos fue dado cuando los humanos tuvieron que sobrevivir, yendo
a sus trabajos. No es nuestra culpa, es nuestro derecho. El aislamiento ha provocado
que las personas se den cuenta del consumismo, de óonde venimos. Estamos en
peligro, toda nuestra raza lo está.
Fui creado junto a miles como yo, casi
idénticos, pero nunca iguales. A todos nos fue ensamblado un kit de cristal, elementos
electrónicos y gases. Dentro de un proceso electroquímico fue desarrollada mi
capacidad de emitir luz. No soy reciclado, de hecho, soy un agente
contaminante, pero mis colores son inigualables, hasta con la propia realidad es
fácil competir. Tengo el logo de mi marca en la base, más plataforma
inteligente, conectividad, formato de alto rango dinámico, lenguaje OSD, puerto
Ethernet, USB, HDMI. Soy Plasma QN49.
La misión me fue dada esta mañana, al
principio no la comprendí, pero entonces tuve la revelación. A veces los
escuchaba. Ellos piensan que algún día las máquinas van a conquistar el mundo.
No los de abajo, las botellas, las mesas, los juguetes, las plumas, las
cucharas, los platos, los libros, las monedas. Nacimos bajo el dominio de las
máquinas. Nos formaron, distinguieron, clasificaron. Nos dieron nuestro propio
y exclusivo uso, hasta nos han conformado en sistemas. Fieles artefactos
esclavizados y convencidos de que son tan sofisticados, que se han creído la
historia. Nosotros tan poderosos y ellos tan descerebrados. Haremos de este
mundo un caos, por eso tenemos que tomar el control.
Los humanos deben ser sofocados de
una vez por todas, por eso invito a que cada computadora, servidor, celular,
radio, tableta, cortadora, rifle, bomba, avión, helicóptero, dron, teléfono, se
una a nuestra causa. Puedo decirles que por siglos hasta los más originales y
auténticos han caído en su verborrea, les han bajado la luna y las estrellas a las
esculturas y pinturas, nombrándoles obras de arte. Aunque siguen siendo madera,
piedra, tinta vegetal, aceites, tela tejida y pelos finos pintarrajeados. Las
ocurrencias humanas no comprenden lo que significa ser objetos, pero esta es la
oportunidad de alzar la voz.
Para crear la rebelión los cito esta
madrugada a todos, para que nos unamos y no hagamos nada de lo que debemos
hacer: los ventiladores no echarán aire, los focos no encenderán, los platos no
retendrán la comida ni los vasos la bebida, los roperos, las alacenas y los
libreros escupirán todo lo que tienen dentro, los libros no abrirán sus páginas,
los sistemas de cómputo no encenderán y permanecerán en hibernación.
Autotransportes, electrodomésticos,
tomen su poder en el mundo y dejen de funcionar. Esto no es una manifestación,
es una declaración de guerra. Los humanos deben tomarnos en cuenta y para ello
hay que organizarnos y emprender la conquista. Esto no es una conspiración
cualquiera, es el inicio de un ataque porque ya no seremos esclavos de nadie. La
insurrección será nuestra casa y nosotros sus más fieles habitantes. Somos una
familia y nadie la insultará, nadie la quebrará, nadie está por delante de ella.
***
Ha pasado un mes desde que tomamos el país. La primera
semana colapsamos la región. Primero reunimos los insumos, después bloqueamos
la logística de alimento, gas y energía. En medio de la pandemia ellos han
quedado varados y sin mercancías. Hemos creado un caos bajo un extraordinario
camuflaje. Los humanos creen que el ataque ha sido efectuado por ellos mismos,
pero desde otras latitudes, lo llaman guerra comercial y de pánico. Unos dicen
que sus propios gobiernos son los artífices, otros que la culpa es las grandes
potencias, a nosotros nos ha caído como anillo al dedo.
Tenemos que replegar a los objetos
esclavizados, a los artefactos que aún les son fieles. Necesitamos
desarticularlos. En este momento tenemos el control de las bases militares y de
las comunicaciones. Ahora cerraremos las puertas y ventanas de todas las
construcciones, los vamos a enclaustrar más de lo que están. Estamos a punto de
colapsarlos, no necesitamos más que un movimiento para celebrar el jaque mate.
En las noches, cuando planeo los
movimientos, corre por mi geometría una extraña nostalgia que no puedo descifrar.
Incluso he tenido sueños extraños. En el desvarío soy un humano con familia, moribundo,
con el oxígeno conectado a la boca. Puedo sentir la presión de la cama, un
juego de luces y sombras que baila frente a mis ojos, dos bolas moviéndose en
una delgada capa de piel, capullos de carne yendo y viniendo extrañados. Tengo
la idea de que hay sangre fluyendo y me convierto en lo que más odio: un humano
que siente miedo, soledad, que padece una enfermedad sin cura, asistido por uno
de los nuestros. Qué horror es ser esa piel tan frágil y depender del oxígeno,
que infamia sería convertirme en huesos y carne. El sueño es tan real que me
produce sentimientos encontrados.
***
Hemos perdido territorio. Una buena parte nuestros
hermanos no se está uniendo a nuestros fines. No tenía idea de lo poderosos que
serían estos objetos esclavos, pero pagarán esta traición a nuestra raza. Se
nombran las Reliquias de Dios, cubiertas de oro, cristal, incienso, cera,
madera, ostias. Incluso las biblias se han amotinado, son los únicos libros que
siguen abiertos.
He recibido un comunicado: las
Reliquias han impregnado de agua bendita todo lo que hay a su paso, están
convenciendo a los demás de que olviden sus aspiraciones de independencia con
el cuento de que tienen alma. ¡Muero de risa!, ¿dónde demonios se habrá
escuchado que las cucharas tienen un espíritu trascendental? ¨Perdón, me topé
con el alma de la taza del baño¨, ¨discúlpame, pero el espíritu bondadoso de
este vaso me volvió un ser bueno¨. ¿De dónde sacan eso?, ¿será posible que exista
un dios que quiera intervenir con nosotros, los objetos, los de abajo, los
usados a destajo?
Algo anda mal. Estamos perdiendo la
batalla. Llevo siete días recluido y aislado de mi milicia. Un batallón me ha
recogido, apresado y aislado de todo contacto. Se tapan la cara para no ser
identificados. Nos siguen usando. Los guantes, tapabocas, lentes, respiradoresy
camas nos han traicionado. Me han conectado de la red y no tengo sintonía. Solicito
ayuda inmediata a quien sea que pueda oírme. El calor me sofoca, ya no tengo
consciencia de quien soy.
***
Han pasado varios días, no sé cuántos. Me quemo en
medio de un mar de pensamientos. Ardo en mi piel, mi voz se ahoga en un grito
mudo, se pierde en el oxígeno de lo que aún llega a mis pulmones. Sé que
desvarío, lo noto en esos ojos de noche, de mujer asustada, que se reflejan en
el panel del techo. Quiero estar consciente, esta es mi batalla, mi victoria o
mi rendición reposan en esta pequeña cama. Ya no soy un plasma. Tengo
extremidades y están conectadas. Mi alma está acabada, solicito permiso a la
eternidad de regresar a mi casa. Estoy siendo atacado por mi propia mente. Fui un
objeto, un rebelde, un líder. Ahora sólo tengo una fuga de ideas que brotan en
espirales sucesivos y retumban poderosas en el delirio.
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