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CON CARIÑO, TE ENVÍO ESTA POSTAL, por Fernanda Reinert


Cruzando el Túnel Ogarrio, iluminado apenas por algunas lámparas, con las sombras de las paredes haciéndote dudar de tus sentidos, se extiende Real de Catorce: un antiguo pueblo minero en la sierra antes llamada el Astillero.
Con dos iglesias en menos de un kilómetro cuadrado, se genera un interesante sincretismo entre las tradiciones huicholes que aún se conservan y el catolicismo, sumándole el asombro que se busca provocar en los turistas, locales e internacionales por igual, de forma que es posible comprar recorridos a los campos de peyote, peyotitos secos de recuerdo y otras hermosas artesanías.
Si le preguntas a cualquier persona del lugar, te dirá que es católico, creyente de la Virgen. De la Purísima Concepción en particular, ya que a ella se dedica la devoción en su parroquia principal: una pequeña imagen de María inmaculada vestida de celeste, con un manto de estrellas y la luna a los pies.
Lo más interesante de la parroquia no está en el altar, con la Virgen o el crucifijo de fondo, lo que verdaderamente atrae a los fieles está en el ala derecha: un cristo alto, con un sudario rojo de terciopelo, sudando sangre y con una corona de espinas reales. Su cabello es natural, se dice que se lo cortaron a un ladrón que lincharon hace ya mucho tiempo, pero de eso no hay registro. Sus ojos de cristal expresan el dolor de todos los pecados del mundo. Es a él a quien de verdad le rezan los fieles, la gente que vive en Real y quienes ahí trabajan.
Hay algunos turistas que eligieron este destino vacacional para visitarlo, para rezarle a ese Cristo. Y es que dicen que es milagroso, que sana, que cura. Que si le pides un milagro y le rezas con devoción te lo cumple. Sólo es cosa de tener fe.
Prueba de esto, son los milagritos. En su manto, rojo como la sangre derramada en la cruz, hay colgados una infinidad de alfileres con bebés, niños, bracitos, piernitas, corazones, casitas, gente hincada en rezo. Cada uno es un ruego. Cada uno, la evidencia de un milagro que ese Cristo completó.
También hay algunas notas clavadas con alfileres.
“Dios PORFAVOR ayudanos a encontrar el dinero que nos dejo la abuela. Ella dijo que estaba en la casa, escondido, pero no dijo donde y cuando se murio no nos dijo donde y no sabemos donde esta y tengo al niño enfermo y ya no nos alcanza para las medisinas. Ella fue una mujer muy buena pero muy abara, por favor ayudanos.”
“Te pido DIOS qe me ayudes a qe mi ija se le qiten esas hideas de la cabesa, ella tiene que cazarse con un hombre bueno, santo, que probea, no con su amiga, no vivir con una hamiga como ella quiere, eso es un capricho y es del DEMONIO.”
“GRACIAS por el favor recibido.”

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