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TRAMPAS DE LA MENTE, por Aurora Alvarado















TRAMPAS DE LA MENTE

Fue en un viaje hacia ninguna parte. Raúl y yo discutíamos. Algo apareció de pronto en la carretera y lo arrollamos con el coche. Creímos haberlo matado. Bajé del auto y cuando me acerqué, eso soltó un bufido inesperado y quiso engullirme completa.

Desperté ensordecida, con la boca seca y ese rostro en mi cabeza. Era el de la mujer que conocí meses atrás. La que un tiempo di por muerta.



NOTAS DE JAZZ

Cruzo la mirada con el hombre de la fiesta. No me quita la vista. Su mirada me penetra. Avienta un palillo que quita de su boca bruscamente. Me sigue.

Llego a casa, enciendo la vela. Se hace la luz en mi recámara. Comienzo a desvestirme. El hombre está ahí. Me mira por la ventana.

“Entra”, le digo. Lo hace. Se acerca y me toma del talle. Apaga la vela y nuestros labios sellan el inicio de la noche.

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