No hay sombra en un sótano, el sótano es la sombra un abismo a la medida guardián sordo de la música sin pared ni tierra ni lago donde dibujar sus vísceras incoloras la sombra muda, sin aliento ni ojos que traguen los miedos ni para mirarlos garganta eclipse humano ácaro de mis pasos sigilosa me sigues diminuta bajo la caída plomiza del sol espigada en el momento de su dorada luz bidimensional célula espejo toco tu índice y enraiza desnuda la imagen duplicada Narciso en lienzo de agua humilde, naces a mis pies corro tras de ti, huyes me aquieto y vienes y te sientas a mi lado jugamos al reloj de sol, me das la hora tildillo enamorado de este polvo que soy me cortejas cada minuto
Sitio de creación literaria del Seminario de Literatura Francisco José Amparán