La indiferencia es la parálisis del alma. Antón Chéjov El cajón de los cubiertos rechina cuando lo abro para tomar una cuchara. Me siento, dejo el plato en la mesa y tomo mi celular al ver que se enciende de nuevo. Leo el mensaje de Jorge. “Fue el martes, morris, el día que nosotros fuimos a caminar”. Abro el link que pone al principio. Una nota periodística. Leo lo que dice: El cuerpo de un hombre que presentaba huellas de violencia fue localizado en lo profundo del cañón de San Lorenzo. Lo encontraron sobre un charco de sangre y descalzo; también encontraron unas botas a unos metros del cuerpo. La muerte pudo ser ocasionada por lapidación. No lograron identificarlo. Termino de leer la nota con un nudo en la boca del estómago. Intento comer pero no hago más que remover el cereal con la cuchara. Barro el plato y el teléfono. Me quedo sentada un largo rato, pensando. Me voy a la cama sin cenar pero no duermo. Transcurre una hora y sigo tendida en la oscuridad con los o
Sitio de creación literaria del Seminario de Literatura Francisco José Amparán